Cuadernos lusos (IX): Valença do Minho

Exterior de la fortaleza
Exterior de la fortaleza

Lo más destacado de Valença, sin duda, es su fortaleza, y además es lo primero que se ve cuando llegas; tiene unos cinco kilómetros de perímetro, que se pueden recorrer al completo, y es una muralla doble, con un foso que separa ambas: por un lado la Magistral, que es la más amplia y antigua, y por otro la Coroada, que sirve además de entrada a la ciudad. Una ciudad que fue toda una sorpresa, porque no me esperaba para nada que en el interior de algo tan aparentemente austero hubiera tantísimos rincones maravillosos por descubrir.

Al interior de la ciudadela no se puede acceder en coche salvo los vehículos autorizados, pero hay varios aparcamientos alrededor de la muralla; y además son todos gratuitos, así que lo más práctico es dejar el coche fuera y cruzar la entrada de la fortaleza caminando. Y ya que estás fuera del perímetro de la ciudad amurallada, puedes aprovechar para visitar uno de los puntos de interés de la ciudad: la capilla militar do Bom Jesús, que data de entre los siglos XVII y XVIII y tiene mezcla de estilos barroco y rococó. Delante de ella se encuentra la escultura de San Teotónio de Coimbra, el primer santo portugués que fue canonizado y que fue entre otras cosas el patrón de los cristianos esclavizados.

San Teotónio frente a la capilla do Bom Jesús
San Teotónio frente a la capilla do Bom Jesús

En la propia fortaleza hay varios puntos interesantes. El primero que nos encontramos es la puerta de Coroada, que es la entrada principal de la fortificación; y por otro lado está la puerta de Gaviarra, que comunica con el muelle del río Miño y es la que cruzan los peregrinos que se dirigen hacia Santiago por el puente internacional. Y también hay monumentos civiles como una antigua fuente, de origen medieval y que fue restaurada en el siglo XVIII.

Otros de estos puntos son el baluarte de Santa Ana, que tiene forma pentagonal y desde el que hay una de las mejores vistas a los dos recintos amurallados que componen la fortificación de la ciudad; el baluarte del Carmen, que se encuentra justo sobre el río Miño y que también tiene varios túneles; y el baluarte del Socorro, que está en el extremo norte de la fortaleza y desde el que podemos ver no solo la fortificación sino también la vecina localidad gallega de Tuy, el puente internacional que une las dos ciudades, y los prados de los alrededores.

Puerta de Coroada
Puerta de Coroada

Una vez que hemos accedido a la ciudadela, lo mejor es dejarse llevar por sus callejuelas, que todavía conservan su trazado medieval. Como además se puede ir caminando por el perímetro de la muralla, es muy fácil recorrer la ciudad haciendo por ejemplo una ruta circular; así podremos ir descubriendo sus puntos de interés.

Uno de ellos es el museo municipal, que veremos señalado como Núcleo Museológico. Se encuentra en un edificio que posiblemente fue en su día una residencia real, y en el siglo XVIII funcionó como ayuntamiento e incluso como cárcel; todavía se ven las rejas en algunas de las ventanas.

No muy lejos del museo encontramos una de las casas señoriales más antiguas de Valença, la casa do Eirado, que data del siglo XV y es una de las más antiguas de Valença; una de las cosas que más destacan en su exterior son las ventanas, una muestra muy temprana del famoso estilo manuelino portugués que se puede ver en otros sitios como la famosa torre de Belem, en Lisboa. Otra casa también destacada es la llamada Portal Champalimaud Nussane, que debe su nombre al mariscal del ejército portugués que fue además gobernador de la ciudad.

Iglesia de San Esteban y marco miliario
Iglesia de San Esteban y marco miliario

Casi al lado de la casa do Eirado se encuentra la iglesia de San Esteban, que en origen fue un templo románico construido en el siglo XIII, pero que hoy presenta elementos neoclásicos. Esta iglesia está prácticamente pegada a un hito romano que fue mandado construir por el emperador Claudio en el siglo I y que es además uno de los puntos de la vía XIX, la antigua calzada romana que unía las ciudades de Braga y Astorga.

Así que no tiene pérdida, ya que si tenemos en mente pasar por el marco miliario romano, nos toparemos obligatoriamente con la iglesia, que por cierto conserva en su interior el único ejemplo que hay en todo Portugal de una pintura que representa a la Virgen María amamantando al Niño Jesús.

Iglesia de Santa María de los Ángeles
Iglesia de Santa María de los Ángeles

Si seguimos caminando por el lado este de la muralla (el que nos queda a la izquierda según hemos accedido a la ciudad por la puerta de Coroada), nos encontraremos con la iglesia de Santa María de los Ángeles, que como la de San Esteban fue también construida en el siglo XIII, que aunque tiene algunos añadidos de siglos posteriores, en este caso sí conserva algún que otro elemento de su primera época, además de unas pinturas murales del XVI.

Otro monumento religioso que podemos visitar en la ciudad es la iglesia de la Misericordia, que data de época barroca aunque fue rehabilitada posteriormente y tiene muchos elementos neoclásicos.

Iglesia de la Misericordia
Iglesia de la Misericordia

Por supuesto en Valença hay infinidad de rincones que descubrir, porque solamente con fijarse en los azulejos de las fachadas de los edificios que vayamos viendo a nuestro paso, tenemos para entretenernos un buen rato. Así que, como siempre digo, lo mejor si se tiene tiempo es dejarse llevar y recorrer la ciudad sin rumbo fijo. Seguro que encuentras cosas que te sorprenden.

Si vas a pasar más tiempo en la zona y te apetece no solo conocer Valença sino también las afueras, puedes aprovechar para ir al monte do Faro, desde donde tienes unas de las mejores vistas de la ciudad, de sus pueblecitos vecinos y también de un tramo del río Miño, aunque en este caso el río ya lo hayas podido ver desde lo alto de la propia muralla. En la zona de este monte puedes además visitar algunas capillas, como la de San Pedro de las Ratas, un santo medieval que, como dato curioso, protegía a los habitantes de la ciudad de las posibles plagas de roedores.

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